La clave de la prevención de enfermedades en siglo XXI está en la nutrición

En los últimos años la industria de la alimentación ha fijado su atención en el desarrollo de productos que aporten beneficios saludables adicionales. Paralelamente se han venido desarrollando diferentes investigaciones como respuesta a la creciente incidencia de la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares en los países desarrollados. En muchos casos los resultados de las mismas han servido para dar origen a nuevos alimentos funcionales, fruto de un intenso trabajo de I+D+i en alimentación.
La Dra. Marta Hernández Cabria, Jefa de Nutrición y Salud de Central Lechera Asturiana, recordó en las XV Jornadas Nacionales de Nutrición Práctica, organizadas por SPRIM, grupo global especializado en estrategia, innovación y marketing en salud y bienestar, y SEDCA, que “la ciencia ha demostrado claramente las funciones adicionales de la dieta en la reducción de riesgos de enfermedad y los consumidores han aprendido que la comida tiene un mayor impacto de la salud de lo que parece adivinarse”. A estas demostraciones científicas ha contribuido un estudio recientemente publicado en “Journal of American Medical Association”, que constata el efecto de reducción del colesterol LDL derivado del seguimiento durante 6 meses de la llamada “dieta portfolio de alimentos que reducen el colesterol”, reconocida por la FAD y rica en proteína de soja, nueces, fibra soluble (vegetales y frutas) y fitoesteroles.
Por su parte, la Dra. Hernández Cabria aportó en esta última edición de las Jornadas Nacionales de Nutrición Práctica un doble punto de vista: el de la profesional de la salud y correspondiente como miembro de la industria alimentaria. Destacó las enfermedades cardiovasculares y la hipercolesterolemia como una de las principales preocupaciones de la sanidad y de los consumidores, a la que la industria pretende atender aprovechando los descubrimientos que la ciencia está haciendo en este campo. Así, mencionó los beneficios derivados del consumo de esteroles vegetales, ingrediente clave de algunos alimentos funcionales de última generación: “la similitud de las moléculas de los esteroles vegetales y el colesterol humano es la razón por la cual, cuando se ingiere en cantidades suficientes, entre 1,5 y 3 g diarios de fitosteroles, compiten con el colesterol por la solubilización en las micelas, compuestos polimoleculares encargados del transporte intestinal de lípidos insolubles, teniendo más afinidad por éstas que el colesterol humano, con lo que inhibe su absorción”.
Siguiendo estas líneas de investigación, ciencia y alimentación se unen para continuar avanzando en el desarrollo de alimentos funcionales, cada vez más demandados. Unos alimentos que, en palabras de la doctora, “ofrecen oportunidades para reducir el riesgo de enfermedad y promover el bienestar”.

Deja un comentario